Sentirme mal ya forma parte de mi rutina. No es algo de lo que resulte fácil salir, no sin alguien que te ayude. Quizás estaría mejor si fuera capaz de olvidarme de ti, de lo que me hiciste sentir. Pero eso sería olvidar cierta parte de mí, y no estoy dispuesta a hacerlo.
Después de hablar con tus amigos me he dado cuenta de que yo no te hacía realmente feliz, aunque tú a mí si. Que ahora estás bien a su lado, que no tienes ni la mínima intención de volver. Lo mejor para mi corazón hubiera sido no haberte conocido jamás, pero joder, me habría perdido esa sonrisa tan increíble. La hubiera votado entre las maravillas de este mundo, cariño. ¿Qué decir de la mía? Mi sonrisa hace tiempo que está escondida tras esas lágrimas que intentan ganarle la carrera a las gotas de lluvia en mi ventana.
Dicen que si arriesgas igual pierdes y que si no arriesgas estás perdido, lo nuestro estaba perdido desde un principio. Escribiendo esto me hago más daño, pero es que necesito hacerlo. Necesito escupir aquí lo mucho que te echo de menos. Quizás no quiero que vuelvas, porque tengo claro que si vuelves vas a volver a romperme y mi corazón no aguantaría eso una vez más.
Y es que, me resulto tan fácil quererte.. Pero supongo que para ti quererme suponía un gran esfuerzo, algo inimaginable. Pero joder, podrías haberlo intentado al menos. Pero no, te rendiste enseguida, te marchaste cuando las cosas empezaron a ponerse difíciles. Que pocos cojones tenéis algunos.
A lo mejor no existe nadie capaz de querer a semejante cabecita loca, pero no, me niego a pensar eso. A veces la clave está en dejar de buscar y dejarse encontrar, pero es que eso no va conmigo. Soy demasiado enamoradiza como para dejar de buscar el amor, el amor verdadero. Aunque ahora mismo me parezca algo imposible, sé que algún día encontraré a ese chico que esté tan loco como yo. Que me complemente, como una pieza de un puzzle olvidada en un armario viejo. Sé que llegarás, por eso me senté en este banco perdido a esperar.
No tengo prisa en irme y supongo que tú tampoco en llegar.
Tranquilo corazón, ya volverás a latir por alguien que valga la pena.
-Maaaaari
sábado, 19 de abril de 2014
viernes, 11 de abril de 2014
Esos amigos, los de verdad.
Cuando somos pequeños lo único que queremos es crecer. Creemos que la vida de un adulto es más divertida y se pueden hacer más cosas, pero es totalmente lo contrario.
Cuando eres niño no tienes preocupaciones, solo juegas, duermes, comes y poco más. No piensas en los problemas porque realmente no los tienes. Todos los niños son tus amigos, no hay peleas, no hay desilusiones, tus amigos son simplemente perfectos.
Pero cuando crecemos, nos damos cuenta de lo diferente que es todo eso. Nos damos cuenta de que ahora la vida ya no es un simple juego, tenemos que estudiar o trabajar, y empezamos a tener demasiadas preocupaciones. Empieza nuestra verdadera vida.
¿Y qué pasa con los amigos? Bueno, supongo que las relaciones con la gente se empiezan a complicar demasiado con la edad. En mi adolescencia he ganado y perdido a muchos amigos, y casi todos por el mismo motivo. Ahora es muy difícil encontrar a un amigo que te complemente, con el que no choques constantemente. Hay mucha gente falsa, que aparenta ser lo que no es y luego te apuñala por la espalda mientras te sonríe.
Es muy duro perder a un amigo, te sientes un poco más solo. Un amigo es esa persona con la que compartes experiencias de la vida, risas, borracheras, buenas y malas historias, no sé, un amigo es lo más preciado que puede tener alguien en su vida.
Me he ido dando cuenta, mientras iba dejando amigos por el camino, que la gente que se queda a tu lado es la que realmente merece la pena. Que no puedes intentar retener a alguien en tu vida si lo que quiere es huir de ella. También me he dado cuenta de que hay muchas clases de amigos.
Hay amigos con los que no compartes todas tus cosas, que solo están ahí para pasar una buena tarde tomando algo. Hay amigos con los que quedas siempre, te cuentas algunos secretos, no confías en ellos plenamente, pero les necesitas a tu lado. Y luego están esos queridos amigos, los de verdad. Son aquellos que son como el hermano que nunca tuviste, esas personas a las que les cuentas absolutamente todo, esas personas que quizás no ves siempre pero que aunque no os veáis en mucho tiempo cuando os reencontráis nada a cambiado, estáis tan bien como siempre el uno con el otro. Esos son los amigos que realmente merecen la pena, los que siempre permanecerán a tu lado. Son con los que has vivido de todo, desde tu primer desengaño amoroso, hasta el día de tu primera borrachera. Yo hoy brindo por esos amigos.
-Maaaaari
Cuando eres niño no tienes preocupaciones, solo juegas, duermes, comes y poco más. No piensas en los problemas porque realmente no los tienes. Todos los niños son tus amigos, no hay peleas, no hay desilusiones, tus amigos son simplemente perfectos.
Pero cuando crecemos, nos damos cuenta de lo diferente que es todo eso. Nos damos cuenta de que ahora la vida ya no es un simple juego, tenemos que estudiar o trabajar, y empezamos a tener demasiadas preocupaciones. Empieza nuestra verdadera vida.
¿Y qué pasa con los amigos? Bueno, supongo que las relaciones con la gente se empiezan a complicar demasiado con la edad. En mi adolescencia he ganado y perdido a muchos amigos, y casi todos por el mismo motivo. Ahora es muy difícil encontrar a un amigo que te complemente, con el que no choques constantemente. Hay mucha gente falsa, que aparenta ser lo que no es y luego te apuñala por la espalda mientras te sonríe.
Es muy duro perder a un amigo, te sientes un poco más solo. Un amigo es esa persona con la que compartes experiencias de la vida, risas, borracheras, buenas y malas historias, no sé, un amigo es lo más preciado que puede tener alguien en su vida.
Me he ido dando cuenta, mientras iba dejando amigos por el camino, que la gente que se queda a tu lado es la que realmente merece la pena. Que no puedes intentar retener a alguien en tu vida si lo que quiere es huir de ella. También me he dado cuenta de que hay muchas clases de amigos.
Hay amigos con los que no compartes todas tus cosas, que solo están ahí para pasar una buena tarde tomando algo. Hay amigos con los que quedas siempre, te cuentas algunos secretos, no confías en ellos plenamente, pero les necesitas a tu lado. Y luego están esos queridos amigos, los de verdad. Son aquellos que son como el hermano que nunca tuviste, esas personas a las que les cuentas absolutamente todo, esas personas que quizás no ves siempre pero que aunque no os veáis en mucho tiempo cuando os reencontráis nada a cambiado, estáis tan bien como siempre el uno con el otro. Esos son los amigos que realmente merecen la pena, los que siempre permanecerán a tu lado. Son con los que has vivido de todo, desde tu primer desengaño amoroso, hasta el día de tu primera borrachera. Yo hoy brindo por esos amigos.
-Maaaaari
miércoles, 9 de abril de 2014
Quizás si eras la persona correcta, pero nos conocimos en el momento equivocado.
Se me hace demasiado difícil volver a mirarte, me tienta demasiado volver a abrazarte y no dejar que te vuelvas a marchar. Sonaba demasiado bien eso de perdernos, pero simplemente, decidiste que era mejor perderme a mí. Ya no recuerdo las veces que me dije a mi misma que esto saldría mal, que en el fondo no era a mí a quien querías. Me gustaba demasiado la idea de tenerte, a mi lado.
Al principio todo era muy bonito, nos pasábamos las noches hablando y recordándonos lo mucho que nos queríamos el uno al otro. Nos peleábamos por decidir quien quería más a quien, y ya ves, acabé ganándote.
Ha pasado muy poco tiempo desde que te fuiste, y claro, todavía no me hago a la idea de que te perdí. Te perdí desde el principio, en realidad, jamás te gane. No sabes cuanto echo de menos que me saques esa sonrisa tonta de oreja a oreja con cada una de tus ridículas historias. Que vinieras cada recreo a por mí, que me dieras esos besos en la frente que nunca me habían dado.
En esta historia que duró demasiado poco para mi gusto, no todo era bueno, supongo. Pero no me importaba que discutiéramos si luego lo íbamos a arreglar con uno de esos abrazos, de esos que hace que te falte el aire. Siempre me dijiste que cierta persona no me llegaba ni a la suela de los zapatos, y mírate ahora, estás con ella y no conmigo.
Me hubiera gustado que esto que empezamos no hubiera acabado, o al menos, no tan pronto. Supongo que nunca fui lo suficientemente buena para ti, que solo fui una distracción más. No sabes lo mal que lo paso cuando me pongo a pensar en que nunca me quisiste, que solamente me utilizaste para olvidarte de ella y que, al final, decidiste que volver con ella era tu mejor opción.
No me arrepiento de nada de lo que pasó entre nosotros, me alegro de que al menos te sirviera para darte cuenta de que no podías vivir sin ella. Como te dije una vez: "Quiero que seas feliz, conmigo o sin mí", y lo mantengo en pie. Espero que aunque tú seas feliz y yo me haya quedado aquí rota y hundida, nunca te olvides de lo que una vez hice que sintieras.
¿Sabes? Aún lloro cada noche al recordar que no volverás, que te has ido para no volver. Me imaginé miles de historias juntos, momentos que se quedaron en eso, en simples historias.
Siempre quise encontrar a alguien que me tratase como tú, que me hiciera sentir grande siendo una canija. Y ya ves, cuando lo encontré decidió romperme un poco más, aunque prometió no hacerlo nunca. A veces me asombro de lo hipócritas que pueden llegar a ser algunas personas.
Pero ahora, toda esta mierda no importa. Por mucho que te llore o te recuerde no vas a volver, y quizás eso sea lo mejor para todos. Quizás si eras la persona correcta, pero nos conocimos en el momento equivocado. Que más da, nunca lo sabremos.
-Maaaaari
Al principio todo era muy bonito, nos pasábamos las noches hablando y recordándonos lo mucho que nos queríamos el uno al otro. Nos peleábamos por decidir quien quería más a quien, y ya ves, acabé ganándote.
Ha pasado muy poco tiempo desde que te fuiste, y claro, todavía no me hago a la idea de que te perdí. Te perdí desde el principio, en realidad, jamás te gane. No sabes cuanto echo de menos que me saques esa sonrisa tonta de oreja a oreja con cada una de tus ridículas historias. Que vinieras cada recreo a por mí, que me dieras esos besos en la frente que nunca me habían dado.
En esta historia que duró demasiado poco para mi gusto, no todo era bueno, supongo. Pero no me importaba que discutiéramos si luego lo íbamos a arreglar con uno de esos abrazos, de esos que hace que te falte el aire. Siempre me dijiste que cierta persona no me llegaba ni a la suela de los zapatos, y mírate ahora, estás con ella y no conmigo.
Me hubiera gustado que esto que empezamos no hubiera acabado, o al menos, no tan pronto. Supongo que nunca fui lo suficientemente buena para ti, que solo fui una distracción más. No sabes lo mal que lo paso cuando me pongo a pensar en que nunca me quisiste, que solamente me utilizaste para olvidarte de ella y que, al final, decidiste que volver con ella era tu mejor opción.
No me arrepiento de nada de lo que pasó entre nosotros, me alegro de que al menos te sirviera para darte cuenta de que no podías vivir sin ella. Como te dije una vez: "Quiero que seas feliz, conmigo o sin mí", y lo mantengo en pie. Espero que aunque tú seas feliz y yo me haya quedado aquí rota y hundida, nunca te olvides de lo que una vez hice que sintieras.
¿Sabes? Aún lloro cada noche al recordar que no volverás, que te has ido para no volver. Me imaginé miles de historias juntos, momentos que se quedaron en eso, en simples historias.
Siempre quise encontrar a alguien que me tratase como tú, que me hiciera sentir grande siendo una canija. Y ya ves, cuando lo encontré decidió romperme un poco más, aunque prometió no hacerlo nunca. A veces me asombro de lo hipócritas que pueden llegar a ser algunas personas.
Pero ahora, toda esta mierda no importa. Por mucho que te llore o te recuerde no vas a volver, y quizás eso sea lo mejor para todos. Quizás si eras la persona correcta, pero nos conocimos en el momento equivocado. Que más da, nunca lo sabremos.
-Maaaaari
No me entiendo ni yo, me vas a entender tú..
Quizás simplemente estoy cansada, cansada de ser siempre la buena de la película. Quizás nunca nadie llegue a comprender como me siento, y la verdad, no pretendo que lo hagan. Hoy en día ya no es suficiente con ser buena persona, intentan aprovecharse de ti. Y no sabéis cuanto duele eso.
Es triste pensar que no estoy hecha para nadie ni nadie está hecho a mi medida. Que cada vez que he encontrado a esa persona que todo el mundo busca, si, eso a lo que llamamos "amor", se acaba yendo después de romperme un poco más eso que late, ya casi sin fuerza, en el lado izquierdo de mi pecho.
Todos vienen prometiendo amor eterno, que ellos no son como los demás con los que has estado, que son diferentes. Pero, sin embargo, te rompen como todos. Que para mi, soñar ya no es bonito ni feo.
Hace ya mucho tiempo que dejé de creer en el amor eterno que la gente promete a lo loco, que desde un principio saben que no van a cumplir. Pero que más da, la que acaba perdiendo siempre soy yo. Y ya no sé cuantos rollos de celo he gastado para poder recomponer mi corazón.
Siempre me han dicho que me quiero muy poco, quizás por eso nadie es capaz de quererme. Y de verdad que intento quererme más, pero es algo muy jodido. Llevo escuchando toda mi vida todos y cada uno de mis defectos, día tras día, incluso de las personas que más quiero. Y esas cosas se van acumulando en mi mente, recorren cada uno de mis pensamientos. Claro, quien quiere estar con esa chica que no vale nada, ¿no?
Pero en el fondo, yo sé que valgo, que valgo mucho. Miradme, soy capaz de salir a flote cada vez que me hunden, que no son pocas. Que salgo ahí fuera con una sonrisa de oreja a oreja cuando lo que realmente quiero es encerrarme en mi cuarto a llorar, mientras las lágrimas van empapando mi almohada. Decidme, ¿no es eso ser fuerte?
Quizás cuando me olvide del amor, llegue esa persona que realmente valga la pena. Esa persona que si que es diferente y que daría su sonrisa por ver la mía. Que no lo doy todo por perdido, que soy una enamorada del amor. Y que quizás ese sea mi problema, que tengo demasiada prisa porque me quieran. ¿Pero quien no quiere a alguien que le quiera de verdad? Aunque sinceramente, creo que tardaré mucho en dar con alguien que no vea lo bueno en mi, si no que vea lo malo y aún así piense que valgo la pena.
-Maaaaari
Es triste pensar que no estoy hecha para nadie ni nadie está hecho a mi medida. Que cada vez que he encontrado a esa persona que todo el mundo busca, si, eso a lo que llamamos "amor", se acaba yendo después de romperme un poco más eso que late, ya casi sin fuerza, en el lado izquierdo de mi pecho.
Todos vienen prometiendo amor eterno, que ellos no son como los demás con los que has estado, que son diferentes. Pero, sin embargo, te rompen como todos. Que para mi, soñar ya no es bonito ni feo.
Hace ya mucho tiempo que dejé de creer en el amor eterno que la gente promete a lo loco, que desde un principio saben que no van a cumplir. Pero que más da, la que acaba perdiendo siempre soy yo. Y ya no sé cuantos rollos de celo he gastado para poder recomponer mi corazón.
Siempre me han dicho que me quiero muy poco, quizás por eso nadie es capaz de quererme. Y de verdad que intento quererme más, pero es algo muy jodido. Llevo escuchando toda mi vida todos y cada uno de mis defectos, día tras día, incluso de las personas que más quiero. Y esas cosas se van acumulando en mi mente, recorren cada uno de mis pensamientos. Claro, quien quiere estar con esa chica que no vale nada, ¿no?
Pero en el fondo, yo sé que valgo, que valgo mucho. Miradme, soy capaz de salir a flote cada vez que me hunden, que no son pocas. Que salgo ahí fuera con una sonrisa de oreja a oreja cuando lo que realmente quiero es encerrarme en mi cuarto a llorar, mientras las lágrimas van empapando mi almohada. Decidme, ¿no es eso ser fuerte?
Quizás cuando me olvide del amor, llegue esa persona que realmente valga la pena. Esa persona que si que es diferente y que daría su sonrisa por ver la mía. Que no lo doy todo por perdido, que soy una enamorada del amor. Y que quizás ese sea mi problema, que tengo demasiada prisa porque me quieran. ¿Pero quien no quiere a alguien que le quiera de verdad? Aunque sinceramente, creo que tardaré mucho en dar con alguien que no vea lo bueno en mi, si no que vea lo malo y aún así piense que valgo la pena.
-Maaaaari
Suscribirse a:
Entradas (Atom)